Trazos a dos manos
Separados por tan solo un año en edad,los hermanos Piet y Wim Eckert han seguido caminos paralelos en lo académico y lo profesional: ambos estudiaron Arquitectura en la Escuela Politécnica de Zúrich (ETHZ) y trabajaron para OMA inmediatamente después de graduarse. Nada más natural, pues, que los suizos aunaran sus fuerzas en 2001 con la fundación en Zúrich de su estudio E2A.
Este libro, el primero que recoge su labor de forma monográfica, es un compendio que no sólo trata sus obras y proyectos, sino que tan bien da cuenta de sus planteamientos teóricos, aquellos que exploran el campo difuso de las utopías aunque sea, como corresponde a unos suizos, con un pie siempre en la tierra. Y es que E2A se anuncia como un estudio preocupado por conciliar los dos extremos del quehacer arquitectónico: dar respuesta cabal a problemas reales y, simultáneamente, proponer modelos ideales surgidos del pensamiento abstracto. Nada, en definitiva, a lo que no haya aspirado o aspire cualquier arquitecto digno de ese nombre.
Siguiendo una discutible moda que ya data de algún tiempo, obras, proyectos y reflexiones se suceden en la monografía sin seguir ningún orden temporal o tipológico reconocible. Sí existe, sin embargo, un hilo argumental sutil que va enlazando, de forma más o menos evidente, los capítulos: así, de un texto sobre infraestructuras (2008) se pasa a un proyecto en el túnel de San Gotardo (2001), y de ahí a una vivienda en los Alpes (2008), por poner un ejemplo.
Pese a esta estructura sorprendente el libro es, como era de esperar de un producto de Hatje Cantz, excelente en todo lo demás: fotografías extraordinarias, planos concisos, y textos de calidad ilustran unas propuestas que combinan – como en mucha de la arquitectura suiza reciente – geometrías rotundas, superficies elegantes y ejecuciones impecables.